Una conversación.
Por Wilson Villalba
La siguiente es una trascripción anotada de una conversación entre un postulante a Ministro de la Corte Suprema de Justicia del Paraguay y un su entrevistador.
Postulante:
«De llegar al meollo de la cuestión cual es básicamente tratar de hacer un esfuerzo denodado en pos de un mejoramiento global de la justicia paraguaya esto implica tener posicionamientos teóricos, filosóficos, argumentativos, de axiología jurídica, epistemología… aunque esto parezca para el ciudadano común algo muy raro y que sea de muy difícil comprensión.»
Esto es algo de lo que carecen las ciencias blandas en general. No estoy diciendo que el Derecho, así con esa mayúscula inexplicable, sea una ciencia blanda ni siquiera es una ciencia. Las aspiraciones científicas buscan normar el discurso del derecho, lo cual no es poco. Pero el postulante no podría estar más en lo cierto.
«Pero técnicamente yo creo que cuando estamos hablando de la administración de justicia, tenemos que poner en tela de juicio todo lo que implica los valores que van a ser propendidos dentro del sistema. Y si no tenemos un sistema que este donde solamente estamos hablando de morosidad que no estamos dando en el meollo de la cuestión.»
Quién pudiera estar en desacuerdo. La morosidad es un producto residual de la ceguera.
«Yo sí, es cierto. Se paro incluso en las exposiciones y digo la morosidad judicial es parte de lo que nosotros denominamos esta gran carencia que tenemos a nivel nacional y a nivel de la judicatura, que es la gestión judicial, el gran problema paraguay es la gestión judicial más más que la morosidad y objeciones todo lo que rodea al proceso para que éste pueda tener un andamiaje correcto. Y luego está el segundo puntal básico. Y para mí, más importante que definitivamente tenemos que comenzar a tener calidad de resoluciones judiciales. A lo mejor no tantas, pero sí. Resoluciones judiciales que tiendan a una profundización del derecho y dejar clarificada determinadas zonas que para nosotros son muy oscuras dentro del ámbito de la juricidad paraguaya.»
Entrevistador:
«No puedo estar más de acuerdo contigo, Pablo. Por que no hay ninguna chance. Yo quiero aprovechar el tiempo que tenemos que siempre es corto y limitado para plantearte tres cuestiones que yo por lo menos tengo como una preocupación principalísima en el curso de acción que yo hago a travez del micrófono y compañía. Mi querido Pablo, a mí me preocupa el avance y yo voy a hacer calificaciones descriptivas. Ni te pido que las compartas, ni nada, te pido que me las permitas usar a los efectos de referir la perspectiva que yo tengo. Sí. Entonces yo creo que acá en nuestro país nosotros estamos siendo víctimas de un avance sostenido de una interpretación fascista del derecho. Y este avance sostenido de la interpretación fascista del Derecho viene justamente ocultado por discusiones ridículas como el tema de la morosidad, que son inanes, que no tiene ningún impacto en la filosofía del derecho, porque los fascistas están pagando para que efectivamente no se discuta su avance. Y yo escribí un artículo antes para referirme a ello; porque quiero poner bien la cuestión en perspectiva, mi querido Pablo, donde menciono dos nombres porque lastimosamente en nuestro país, pero no sólo en nuestro país. Pretenden que el derecho es una especie de religión y que tienen unos profetas y que estos profetas son intocable indiscutible. Y que cuando se menciona a estos profetas, ya tenemos todos que rendirnos y mencioné a Triboniano y a Carl Schmitt. ¿Por qué? Porque ambos uno con Justiniano en el año, no sé cuánto, y otro con Hitler en el año… y tanto; son una conexión única de un derecho nazi fascista autoritario que propende y pretende y expone y expande la protección del poder en detrimento del derecho del ciudadano. Y entonces nos vienen acá muchos profesores, doctores argentino, particularmente así, no, pero fulano de tal y perengano de tal. Y el doctor Fulano y el doctor perengano como si el argumento de autoridad fuera un argumento legítimo, el punto de vista, la lógica a plantearnos que hay que permitir el avance del fascismo. Y tengo tres puntos y Pablo terminó para que vos puedas contestar que quiero particularmente señalar y yo señalo siempre uno el principio de ponderación que un avance grotesco en contra de Kelsen, la regla de Armonización, que pretende. Degradar los derechos de rango constitucional y la doctrina la lucha contra la impunidad de la perspectiva de género que pretende expandir el poder del Estado con la excusa de la defensa preventiva de algunas situaciones en contra la presunción de inocencia y en contra la libertad de prensa. Estas tres cuestiones están operando en nuestro sistema de derecho, en nuestro sistema judicial, en el Ministerio Público, impulsadas por las ong fascistas de la Unión Europea. Y resulta que todos tenemos que callarnos y en el debate para integrar a los ministros de la corte. Estamos hablando estupideces como la morosidad pablo.»
Postulante:
«Perdóname, para mí está la cuestión es muy interesante planta Enrique. Si me preguntas a mí, yo creo que también habrían temas mucho más relevantes que plantear cuando estábamos eligiendo un ministro de corte, sobre todo porque a partir de ahí tendremos el condicionamiento y la preparación filosófica que tiene el individuo que va a ejercer el día de mañana, la más alta magistratura la nación con seguridad hay temas muy interesantes como por ejemplo, siempre suelo decir en el año … los paraguayos hemos dado un avance increíble en materia de tutela de derechos con la Constitución. El problema grave de paraguay fue que redactamos una Constitución, desde mi perspectiva, de primera, de primera línea, en algunos aspectos, sobre todo en materia de derechos fundamentales, pero no lo hemos podido concretar en la práctica.»
Ps: Villalba Bernie no tiene chance alguna de llegar a Ministro de la Corte, al menos no esta vez. El Consejo está empantanado de pedidos.
Su legajo es tan grande: 1,2 Gb. que es mejor usar el torrent