Causalidad
Por Wilson Villalba
«Creo que la ley de la causalidad, como muchas de las cosas que pasan la prueba entre los filósofos, es una reliquia de una época pasada, sobreviviendo, como la monarquía, sólo porque se supone erróneamente que no hace daño.»
Russell.
Un antiguo problema… como todos los demás.
Aristóteles distinguía entre cuatro causas de un efecto: esa tipología más bien describía una acción antes que detenerse en cómo es que esas columnas (¿eran columnas?) actuaban entre sí.
Es más, al parecer la palabra que usaba –αἰτία– significa más bien explicación que causa.
En la antigua Grecia, filósofos como Aristóteles exploraron ampliamente las ideas de causalidad y causalidad. Aristóteles distinguía entre cuatro tipos de causas: materiales, formales, eficientes y finales, que pretendían explicar distintas facetas de las relaciones causa-efecto o por lo menos describirlas. Sostenía que comprender estas causas era esencial para entender el mundo. Traduciendo en términos aristotélicos, explicar el mundo.
Así pues: llamar a una persona u objeto X “aitios” o “aition” de un acontecimiento, acción o estado de cosas Y es asignar a X el estatus anterior (deplorable o loable) en relación con Y. No es simplemente afirmar que X está en interrelación con Y por haberlo hecho o provocado, aunque esto esté implícito.1
En este caso la relación de los hechos, evita el problema de la causalidad.
Y es mejor que termine acá porque la discusión prosigue por caminos bastante más complicados y todos conocen la causa final de Tomás de Aquino así que en la edad oscura ya se usaba causa de la manera en la que lo usamos hoy.
Si se fijan, Aquino pensaba que si eliminamos un hecho no puede existir el otro. Esto es una simplificación, claro, y es lo que hoy hacemos.
Lo dicho anteriormente es sólo con el fin de relatar que tan antiguo es el tema y que tan complejo se puede volver: les relaté el Pablo Honey de la cuestión, no dejen que llegue al Kid A.
Qu’est-ce-que c’est ? —fa fa fafa
El concepto de causa y efecto se refiere a la relación en la que un acontecimiento o acción (la causa) provoca otro acontecimiento o resultado (el efecto). Es un concepto fundamental para entender cómo los acontecimientos, fenómenos y acciones están interconectados en el mundo. O no lo es, según la estructura mental de cada uno. Id est, si uno es idealista, a lo Hume, tal cosa ni existe; si uno es práctico, como Russel, tal cosa existió pero ya no importa.
Pero, en diversos campos de estudio como la ciencia, la filosofía y las ciencias sociales, el análisis causa-efecto se utiliza para explicar y comprender las relaciones entre distintas variables. Ayuda a identificar los factores que influyen en un resultado y permite predecir o explicar por qué y cómo ocurre algo. Y también dispara la discusión si un p = 0.5 es suficiente.
Es decir, determinar la causa y el efecto a veces puede resultar complicado. La correlación (la relación estadística entre dos variables) no implica necesariamente causalidad. El hecho de que dos acontecimientos ocurran juntos o cambien juntos no significa que uno cause directamente al otro. Pueden intervenir otros factores, y a menudo se necesitan pruebas o investigaciones adicionales para establecer una relación causal.
Leyes.
¿Por qué intentar desarrollar un análisis conceptual reductivo de la causalidad o un análisis ontológico reductivo de la causalidad? Una motivación teórica general para un análisis reductivo de la causalidad es que dicho análisis estaría profundamente relacionado con muchos otros temas filosóficos centrales, y serviría como herramienta para filósofos, científicos y otros, para comprender mejor análisis de las leyes de la naturaleza, los acontecimientos, las propiedades, el razonamiento práctico, los objetos, la probabilidad, el determinismo, la percepción, la causalidad mental, la existencia de Dios, la referencia y el conocimiento del mundo exterior, el arbitrio, el libre albedrío, la responsabilidad moral y la responsabilidad jurídica.2
El problema de causa y efecto tiene una gran incidencia en el área legal. En el ámbito legal, establecer la relación causal entre un evento y sus consecuencias es fundamental para determinar la responsabilidad, la responsabilidad legal y las posibles sanciones.
En el derecho penal, por ejemplo, la fiscalía debe demostrar más allá de una duda razonable que la acción del acusado causó el daño o la lesión infligida a la víctima. Esta conexión causal entre la conducta del acusado y la consecuencia resultante es esencial para determinar su culpabilidad o inocencia.
De manera similar, en el derecho civil, establecer la causa y el efecto es de suma importancia para poder determinar la responsabilidad y otorgar compensaciones. El demandante debe demostrar que la acción negligente o dañina del demandado causó el daño que sufrió. Esto requiere probar una conexión causal directa entre la conducta del demandado y las lesiones o pérdidas resultantes. Pero claro, no tan terminantemente como en el área penal donde la causalidad parece ser el asunto siempre.
En algunos casos, el problema de causa y efecto en el ámbito legal puede ser complejo. Puede haber múltiples factores o eventos involucrados, y determinar qué acciones específicas condujeron al daño puede resultar desafiante.
Los profesionales del derecho confían en varios métodos, como testimonios de expertos, pruebas forenses, testimonios de testigos presenciales y documentación, para establecer la conexión causal entre las acciones y sus efectos. También pueden analizar la cadena de eventos que condujeron al daño, la intención de las personas involucradas y la previsibilidad de las consecuencias.
En resumen, en el área legal, el análisis de causa y efecto es crucial para determinar la responsabilidad legal, asignar responsabilidades y garantizar resultados justos y equitativos tanto en casos penales como civiles.
Shorcuts.
En el mundo del derecho, existen varios métodos y principios que se utilizan para abordar el problema de la causa y el efecto y llegar a una conclusión. Estos métodos tienen como objetivo asegurar un análisis justo y exhaustivo de las pruebas y evitar resultados injustos o arbitrarios. El Juez debe resolver la causa y no puede esperar a que se resuelva si el mundo exterior existe o no.
Carga de la prueba: La carga de la prueba es el requisito impuesto a la parte que presenta una reclamación para proporcionar pruebas suficientes que respalden su afirmación. En la mayoría de los sistemas legales, la carga de la prueba recae en la parte que alega una conexión causal. Es responsabilidad de dicha parte presentar pruebas que establezcan una relación causal más probable que improbable entre la acción y el efecto. El estándar de prueba puede variar según el tipo de caso (penal o civil) y la jurisdicción.
Prueba de causalidad: Los sistemas legales utilizan distintas pruebas para determinar la causalidad, como la teoría de la Equivalencia y la prueba de la “causa próxima”. La primera se pregunta si, de no ser por la acción del demandado, el daño no habría ocurrido. En contraste, la prueba de la causa próxima considera si el daño fue una consecuencia razonablemente previsible de la acción del demandado.
Testimonio de expertos: En casos que implican relaciones complejas de causa y efecto, a menudo se recurre a testigos expertos para proporcionar conocimientos especializados u opiniones relacionadas con la causalidad. Estos expertos pueden tener experiencia en campos como medicina, ingeniería, ciencias forenses o economía, dependiendo de la naturaleza del caso. Su testimonio ayuda al tribunal a comprender y evaluar las conexiones causales en cuestión.
Jurisprudencia y precedentes: Los sistemas legales suelen basarse en casos previamente resueltos (precedentes) como guía al determinar la causalidad. Los tribunales pueden considerar precedentes relevantes en los que se examinó y estableció una relación causal similar. Analizar la jurisprudencia contribuye a proporcionar coherencia y previsibilidad en los resultados legales.
Negligencia comparativa: En algunos casos, varias partes pueden haber contribuido al daño o evento en cuestión. Los principios de negligencia comparativa buscan asignar la responsabilidad entre estas partes en función de sus respectivas contribuciones. Este enfoque considera el grado de culpa o causalidad atribuible a cada parte involucrada.
From dawn till dusk.
No podemos afirmar que el problema de causa y efecto ha sido completamente resuelto en ningún aspecto del conocimiento humano. Aunque entendemos y aplicamos el concepto de causa y efecto en muchas áreas, sigue habiendo desafíos y límites en nuestra comprensión.
En ciencia, por ejemplo, aunque hemos establecido relaciones causales en muchos fenómenos y procesos, siempre existe espacio para la investigación y el descubrimiento de nuevas causas y efectos. La complejidad de los sistemas naturales y la aparición de nuevas tecnologías desafían constantemente nuestra comprensión y nos llevan a revisar y ajustar nuestras explicaciones causales.
Del mismo modo, en el ámbito social y humano, las relaciones causales suelen ser más complejas y difíciles de establecer de manera concluyente. Los factores culturales, psicológicos y sociales pueden influir en los resultados de una manera que es menos clara y directa que en los fenómenos naturales.
Además, el problema de la causalidad también involucra desafíos filosóficos. Hay diferentes teorías y enfoques filosóficos sobre la causalidad, como el determinismo, el indeterminismo y las teorías probabilísticas, que cuestionan nuestra comprensión y aplicación del concepto de causa y efecto.
En el campo de las matemáticas, el problema la de causa y el efecto se aborda de manera diferente en comparación con otras disciplinas científicas. En matemáticas, se trabaja principalmente en la descripción y comprensión de las relaciones y conexiones. Y no me dejen seguir.
Further readings.
“La estructura de las revoluciones científicas”, de Thomas Kuhn - Aunque no se centra totalmente en la causalidad, el influyente libro de Kuhn analiza la naturaleza de las revoluciones científicas y los cambios de paradigma, que pueden influir en nuestra comprensión de las relaciones causa-efecto en la ciencia.
“Causality: Models, Reasoning, and Inference” de Judea Pearl - Este libro explora la inferencia causal desde una perspectiva estadística y computacional, presentando técnicas y modelos para aprender, razonar y hacer inferencias sobre causa y efecto.
“La gran cadena del ser: A Study of the History of an Idea” de Arthur O. Lovejoy - La obra clásica de Lovejoy traza el desarrollo histórico del concepto de causalidad y su relación con otras ideas filosóficas y teológicas.
“The Book of Why: The New Science of Cause and Effect”, de Judea Pearl y Dana Mackenzie - Pearl, pionera en inferencia causal, explica los fundamentos y principios del razonamiento causal, destaca su importancia en diversos ámbitos y analiza el impacto de la comprensión causal en la inteligencia artificial.
“The Oxford Handbook of Causation”, editado por Helen Beebee, Christopher Hitchcock y Peter Menzies - Este manual ofrece una visión completa de la filosofía y la ciencia de la causalidad, abarcando diversas teorías, debates y aplicaciones. ↩︎
“Causalidad: A Very Short Introduction” de Stephen Mumford - En esta concisa introducción, Mumford explora los conceptos fundamentales de la causalidad, abordando cuestiones clave y examinando diferentes enfoques filosóficos de la causalidad. ↩︎